Lo primero de todo, vamos a dejar picados todos los elementos que necesitamos antes de ponernos con el fuego y así evitar que nada se nos pase o se nos queme.
Lo primero que picamos será la cebolla, que lo haremos en trozos muy pequeños.
También dejaremos picadas las setas, en trozos muy pequeños, pero no excesivo, ya que las setas pierden mucha agua durante el cocinado y reducen su tamaño.
Además, dejaremos picado el jamón, en este caso, tampoco a de ser excesivamente pequeños, si no, podríamos perder parte de su sabor en cada bocado.
Ponemos una olla al fuego con el aceite y la mantequilla, hasta que se caliente, y cuando esté a la temperatura correcta, volcamos la cebolla picada para pocharla, hasta que esté trasparente.
Mientras tanto, en un cazo, ponemos a calentar el caldo de pollo y llevamos a ebullición.
Cuando la cebolla ya esté transparente, bajamos un poco el fuego e introducimos en la sartén las setas que teníamos picadas y reservadas.
Deja reposar unos 10 minutos hasta que se evapore parte del agua que han soltado las setas.
Añadimos el arroz y sube el fuego para darle más calor al arroz.
Lo dejaremos un par de minutos, para que absorba los líquidos que quedan en la sartén y así coja sabor.
Pasado este tiempo, añadiremos el vino y lo dejaremos reducir hasta que pierda el alcohol.
Los siguientes elementos que añadiremos será la pimienta y el jamón y removemos. Lo dejaremos poco tiempo para evitar que se queme la pimienta. Al remover, haremos que todos los sabores se vayan uniendo y el arroz se impregne de ellos.
Añadiremos el caldo de pollo que hemos calentado previamente con un cucharón y bajamos el fuego a medio, para que se acabe de hacer el arroz. En ningún momento moveremos el arroz.
Iremos probando el punto del arroz y comprobando el caldo que tiene. Si aún está duro y se está quedando sin caldo, añade otro poco de caldo. Esto iremos haciendo poco a poco, para no pasarnos de cocción del arroz, ni que se quede crudo. El tiempo aproximado serán 20-25 minutos.
Una vez que el arroz tenga el punto justo, añadiremos el queso y removeremos.
Para finalizar el plato, taparemos la olla y dejaremos reposar entre 5 y 7 minutos, fuera del fuego.
Ahora ya podéis practicar un plato bastante sencillo, que tiene el secreto en el punto del arroz, y que con práctica queda cremoso y con un sabor muy potente.
Seguro que la próxima vez que quieras invitar a alguien a cenar, será un plato que esté dentro de tus preferidos para ganaros la aprobación de vuestros invitados.
¿A qué esperas para ponerte con ella?