No todos los jamones que podemos encontrar en el mercado son jamones ibéricos, ya que depende de varios factores, para que la etiqueta que le pongan a un jamón sea verde, roja o negra, que son las que nos van a dar según sea el tipo de jamón.
Uno de estos factores es la genética, es decir, la raza del cerdo. Para que un jamón sea considerado ibérico debe ser de una de las razas que están catalogadas como tal, y entre ellas podemos hacer dos distinciones, son los cerdos negros y los cerdos colorados.
Entre los cerdos negros tenemos el negro lampiño y el negro entrepelado. Mientras que entre los colorados tenemos el retinto, el rubio andaluz, manchado de jabugo y torbiscal.
Cada uno de ellos tiene unas características en particular que darán su esencia particular que permitirá la distinción entre cada uno de ellos a la hora de diferenciar entre la pata de cada uno de ellos.
Pero para producir un buen jamón ibérico, de cualquiera de estas razas, que sabemos que nos dará un gran producto, debemos saber que quien otorga esa calidad de ibérico será la madre del cerdo. Ella es la que permitirá, junto a otras características, que la denominación del jamón sea la de ibérico.
El otro factor fundamental para que a un jamón se le conceda la denominación de ibérico, será su alimentación. Es fundamental que el animal esté correctamente alimentado y con esto nos referimos a que cuanto mayor sea su alimentación a base de productos naturales, mejor calificación tendrá.
Y aquí entra en juego la montanera. Cuando los animales ya tienen una edad suficiente y llega octubre, las piaras son conducidas a la dehesa a que disfruten de sus frutos, como la bellota, las raíces o las hierbas que van a encontrar en ella.
El tiempo que pasen en la dehesa y que se alimenten allí nos dará las diferentes clases de jamón ibérico que podemos encontrar en el mercado, como son el jamón de cebo de campo ibérico 50% raza ibérica, el jamón de bellota ibérico 50% raza ibérica y el mejor del mundo, el jamón de bellota 100% ibérico.
Para poder distinguirlos de un vistazo podemos recurrir a su etiquetado, siendo la etiqueta verde para el jamón de cebo de campo ibérico 50% raza ibérica, la etiqueta roja para el jamón de bellota ibérico 50% raza ibérica y la etiqueta negra para el gran jamón de bellota 100% ibérico.