Como toda preparación de una ensalada, no tiene mucho misterio, ni es complicada. No nos llevará mucho tiempo y puede llegar a sacarnos de un apuro en el caso de tener que preparar algo rápido.
Lo primero que haremos, será sacar la lechuga y los brotes verdes de bolsa en la que venían, y pasarlos por agua. Aunque normalmente estas ensaladas preparadas, según nos indican, ya vienen lavadas, es preferible pasarlas por debajo del grifo, con cuidado de no partir las hojas, y eliminando aquellas que estar estropeadas o que no tengan el aspecto deseado.
También podemos aprovechar para eliminar algunos tallos con el fin de evitar que molesten a la hora de consumir la ensalada. A nadie le gusta encontrar en su ensalada una hoja con un tallo grande, ya que no aporta sabor, pero si la dureza del mismo.
Con los brotes ya lavados, los dejamos escurrir para que eliminen todo el agua sobrante o que pueda llevar impurezas y puedan estropear el sabor final. Reservamos.
Nos ponemos ahora con los espárragos verdes, que también lavaremos y de los no usaremos la parte más leñosa, por lo tanto la cortaremos y nos desharemos de ella.
Ponemos en una cazuela agua, a la que añadiremos sal, para cocer los espárragos durante unos 7 minutos. Una vez finalizada la cocción, los refrescamos con agua, los secamos y los reservamos.
Comenzamos ahora a pelar los cítricos, en este caso el pomelo y la naranja. Eliminamos la piel y toda la parte blanca, hasta que quede limpia. En ambos casos, separaremos cada uno de los gajos. La piel no la vamos a usar, pero podemos reservarla para otras elaboraciones.
Nos ponemos ahora con los rabanitos, que también lavaremos y cortaremos en rodajas finas. Normalmente se cortan a gusto de cada uno, ya que aportan un poco de picante a la ensalada.
Seguimos con la cebolleta, que también lavaremos previamente y cortaremos de la forma que más nos guste. Normalmente para ensalada, es mejor cortarla en juliana, aunque aquí, depende del gusto de cada uno.
Si no te gusta mucho el sabor de la cebolla, te vamos a dar un pequeño consejo: Una vez cortada, déjala en agua y hielo durante unos 10 minutos.
Continuamos con los tomates cherry. Lo primero, como toda la verdura, los lavaremos, y pasaremos a cortarlos por la mitad, intentando no dañarlos mucho, para conseguir ese efecto de explosión en la boca cuando los ingerimos. Siempre es una alegre sorpresa.
Llega la hora de mezclar todos los ingredientes juntos en un bol grande, una ensaladera o en cada uno de los platos, eso queda a vuestra elección.
La manera más elegante de presentarlo, sería cada ración por separado, asegurándonos que cada una de ella contiene todos los ingredientes que la conforman, para que no se pierda la experiencia.
Pasamos a añadir el jamón a la ensalada. Como ya sabéis, en Mencas, podéis adquirir el producto ya loncheado, o nuestras paletas o jamones enteros paletas o jamones, por lo que tendréis que entreteneros en cortar unas lonchas para la ensalada. Seguro que alguna de las que cortéis acabarán en vuestra boca y no en la ensalada. ¿Quién es capaz de resistirse?
Por último, queda preparar el aliño, que lo haremos en un bol aparte. En él batiremos 3 cucharadas de aceite, con una cucharada de aceite balsámico, una pizca de sal y otra de pimienta, hasta que tengamos una salsa cremosa. Reserva este aliño para que cada comensal utilice la cantidad que desee, o bien sirve la cantidad que creas conveniente que le gustará a cada uno.
Ahora ya solo queda disfrutar de esta ensalada fresca, diferente y que gusta a todo el mundo. Esperamos que disfrutéis tanto haciéndola como degustándola.