Como ya te hemos comentado antes, las cestas de hoy en día se pueden rellenar de multitud de productos, pero para nuestro gusto, las mejores cestas son aquellas que suelen llevar productos típicos de la tierra, junto con conservas, vinos, cavas, y por supuesto, ibéricos.
Ya sean jamones (aunque normalmente eran paletas) ibéricos, salchichones, chorizos o lomos, en piezas enteras, en cuartos, mitades o loncheados, son siempre bienvenidos y apreciados.
El queso, botellas de aceite, vino, cava, champán, latas de conserva de pescados o mariscos, como mejillones, anchoas, boquerones, berberechos… siempre forman parte de una gran cesta. Aunque las frutas en almíbar también están incluidos.
Y por supuesto, dulces de Navidad, turrones, blandos y duros, peladillas, bombones, mazapanes, polvorones o fruta escarchada son parte de estas cestas típicas que todos tenemos en mente cuando nos hablan de una cesta de Navidad.
El queso es otro de los elementos fundamentales que debe incluir una de estas cestas de Navidad más clásicas. Junto con bebidas como el vino, el cava o el champán e incluso algunas con un grado mayor en alcohol también pueden ser incluidas.
Por eso, si estás pensando en hacer tu propia cesta de Navidad, para algún familiar, amigo o empleado, y sabes que las clásicas son las que más triunfan, no dudes en pensar en los productos que te ofrecemos en la nuestra web.