Todos los padres tratamos de dar lo mejor a nuestros hijos y la alimentación es fundamental, y queremos saber si los alimentos que les damos son adecuados para ellos, por eso hoy queremos hablaros del jamón ibérico en la alimentación infantil.
Aunque hoy en día, con las prisas del día a día, nos cuesta el poder ofrecerles ciertos productos, que quizás lleven más elaboración, sobre todo a la hora de las meriendas, solemos hacer uso de algunos productos industriales que nos resuelven la papeleta.
Pero esto no debe convertirse en un hábito, y solo ofrecer esta clase de ultraprocesados, cargados de azúcar, harina y grasas saturadas, debe ser algo puntual, por lo menos, que se los demos lo menos posible.
Esto supone que tengamos que perder más tiempo, del que ya tenemos poco, para hacer un bocadillo de otro tipo de productos, como el jamón ibérico. Aunque a día de hoy lo tienes más sencillo, gracias al blíster del producto ya loncheado
Y es que nuestros pequeños no paran, y suelen consumir grandes cantidades de energía, ya sea por el juego, deportes, actividades extraescolares, las clases y el propio desarrollo físico.
Y aquí es donde el jamón ibérico se convierte en un gran aliado para ellos y para nosotros, ya que contienen proteínas, vitaminas y hierro que su dieta sea variada y rica en nutrientes, junto con el resto de comidas del día.
En este caso vamos a hablar del jamón ibérico y de los nutrientes que aportan, tanto a nuestros hijos como a nosotros.
Y es que el jamón ibérico es un producto curado de forma tradicional precisamente para eso, para sacar de cada pieza el mejor valor nutricional, que viene acompañado de un gran aroma y sobre todo, un estupendo sabor, que hace las delicias de mayores y pequeños.
Aporta grandes dosis de hierro y zinc, que ayuda al sistema inmunológico, rico en proteínas de alta calidad (para que sus músculos crezcan fuertes), vitaminas, sobre todo las del tipo B, vitaminas y ácidos grasos, para darles ese plus de energía.
Para que te hagas una idea, los 100 gramos de jamón ibérico aportan el 75% de proteínas, el 25% de vitaminas y el 20% de minerales.
Ya sabes que el jamón ibérico posee un alto contenido de hierro y potasio, este último beneficia a nuestros pequeños en el desarrollo de las células cerebrales, el desarrollo muscular y mejora también el sistema inmune.
Con todos estos aportes, está claro que, a la hora de alimentar a nuestros pequeños, el jamón ibérico es mejor opción para consumir que cualquiera de las meriendas de bollería industrial que se suele encontrar uno en los parques infantiles o a la salida del colegio.
Lógicamente, durante la época de la lactancia, los bebés simplemente se alimentarán de leche, papilla, frutas y alimentos blancos, y sobra decir, que no es el momento de dejar comer jamón a tu bebé. Quizás sería mejor esperar, a que el bebé tenga, como mínimo, un año de edad.
Y es que el jamón ibérico debe irse incluyendo muy poco a poco en la dieta de niños pequeños. Es cuando los niños pequeños comienzan a probar nuevas texturas, sabores y olores.
En estos tramos de edad, seguro que recuerdas cómo algunas abuelas dejaban a los niños pequeños chupar los trozos más duros del jamón ibérico, para que fueran probando las texturas y sabores del jamón ibérico.
Aunque esta no es una opción recomendable, para evitar que cualquier pedazo de carne, pueda desprenderse y causar algún atragantamiento.
Por eso, la mejor manera de introducir su sabor sería a través de purés o papillas que tengas el jamón ibérico como uno de los ingredientes principales. Aunque quizá su sabor sea un poco fuerte, sobre todo si estamos hablando de un jamón ibérico de bellota 100% raza ibérica
A partir de los 3 años, los niños ya han introducido en su alimentación alimentos más sólidos, y en este momento, y necesitan mucha más energía, ya que pueden llegar a coger 2 kilos, hasta los 6 años, y llegar a crecer entre 6 y 8 centímetros, por lo que una buena alimentación es fundamental en esta etapa de su desarrollo.
La forma de incluirlo en su dieta deberá ser en pedacitos muy pequeños, ya que, al ser una carne muy fibrosa, en todo momento queremos evitar cualquier tipo de atragantamiento. De esta forma, acostumbraremos al niño a estos sabores y a crear hábitos saludables.
A medida que van creciendo, continuamos incluyendo pedazos más grandes, y seguro que ya incluso te pedirán bocadillos de este excelente producto, porque donde esté un bocadillo de un buen jamón ibérico, que se quite cualquier otra merienda.
Y es que esa una de las muchas luchas que se tienen hoy en día con la alimentación, y por eso queremos resaltar al jamón ibérico, como un elemento saludable para todas las edades, siempre con un consumo acorde a la salud y edad de cada uno.
Es un producto que se ha conseguido gracias a un proceso de curación natural, sin intervenciones de ningún químico, sin aditivos. Es por eso que es un alimento natural, sin azúcares, muy sano y recomendable, como alimento nutritivo, que ya hemos visto, y por un sabor increíble que no deja a nadie indiferente.
