Quesos

¿Cómo se elabora el queso?

Dependiendo del queso que se quiera elaborar habrá que añadir algún que otro paso como el ahumado, el lavado de la corteza o la adición de mohos especiales. Pero en general el proceso de elaboración del queso tiene 7 pasos comunes: 1.  Recolección y preparación de la leche, 2. Coagulación, 3. Corte y agitación de la cuajada, 4. Calentamiento y reposo, 5. Moldeado, 6. Salado y 7. Maduración.

Este último paso puede variar su duración según el tipo de queso que se quiera elaborar. 

La variedad de quesos es vasta y se pueden obtener diferentes sabores, texturas y aromas a través de distintos métodos y técnicas en la elaboración del queso.

¿Qué beneficios aporta el queso?

El queso es una fuente de calcio, proteínas de alta calidad, vitamina A, vitamina B12, fósforo y zinc. Estos nutrientes son esenciales para la salud ósea, el crecimiento y reparación de tejidos, la función inmunológica y otros procesos metabólicos. También contiene calcio que es bueno para los huesos y dientes. Además, algunos quesos, como los quesos fermentados o los quesos elaborados con leche de animales alimentados con pasto, pueden ser una fuente de ácidos grasos beneficiosos, que se asocian con beneficios para la salud cardiovascular y reducción de la inflamación.

Sin embargo, se debe tener en cuenta su contenido de grasas saturadas y sodio y se recomienda moderar su consumo como parte de una dieta equilibrada.

¿Qué tipos de queso existen?

Existen una gran variedad de tipos de queso en todo el mundo, cada uno con sus características únicas en términos de origen (queso de oveja, cabra), materia grasa, de sabor, textura, maduración, tipo de corteza y proceso de elaboración. Aquí tienes algunos ejemplos de tipos de queso populares: Cheddar, Mozzarella, Brie, Camembert, Gouda, Parmesano, Manchego... Estos son solo algunos ejemplos, pero la lista de tipos de queso es muy extensa y varía según la región y el país. Cada tipo de queso tiene sus propias características y se adapta a diferentes usos culinarios.

¿Cómo conservar el queso?

Cada tipo de queso puede tener necesidades de conservación ligeramente diferentes, por lo que siempre es recomendable seguir las instrucciones específicas proporcionadas por el fabricante o el vendedor del queso.